Por Nathalie Otárola de Soy mamá y no me compadezcas
Ayer hable contigo y no parabas de decirme que tenias miedo. Es normal y entendible. Ya te sientes cansada, con las justas puedes respirar, te duele la espalda y estas empezando a aburrirte. Seguramente estas con mil cosas en la cabeza, verificando tu check list una y otra vez para asegurarte que nada te falte. Conociéndote, ya debes tener listo el maletín del bebé y el tuyo. Los nervios crecen con el pasar de las horas, ya tienes 39 semanas y en cualquier momento podría ser. Por dentro, debes de sentir un huracán de emociones y entre ellas el miedo e ilusión son las las más importantes. No es para menos, tu vida dará un vuelco de 180 grados (y no exagero). Desde ese día, ya no serás tu, sino serás tu con un extra. Tu vida cambiará, será más cansada, con más sueño, entre pañales y tetas…
Conocerás al amor de tu vida, porque realmente será el amor de tu vida, conocerás el amor en su dosis más pura, completa y perfecta. Conocerás la felicidad absoluta y consigo el miedo siempre te acompañará también. Es inevitable. ¿Miedo a qué? A que cualquier cosa mala le pase, lamentablemente es algo con lo que tendrás que vivir y entender que cosas malas le van a pasar y algunas no las podrás evitar, sin embargo tu consuelo será que siempre estarás ahí para ella. Ahora si entenderás a tu mamá y hasta te compadecerás de ella. Le agradecerás de todo lo que hizo por ti, porque ahora sí entenderás en su totalidad lo que realmente significa el famoso «amor de madre». Comprenderás muchas cosas que hizo tu mamá contigo y verás el mundo con otros ojos.
Aquí te dejo unos 5 consejos que te servirán estos momentos y en adelante:
1) Nacimiento: Si, uno de los momentos más importantes de tu vida. Sé un poco egoísta y piensa en ti y en la bebé. Que nada ni nadie ensombrezca esto que es tan hermoso.
2) Pareja: Desde el momento que decidiste casarte, pasaste de ser una a un equipo. Sean un equipo, séanlo ahora más que nunca (y en adelante) traten de llegar siempre a acuerdos, sean cómplices, con esto de la paternidad, necesitarán serlo. Hoy pasan de ser una pareja normal a ser una pareja con hijos. Las cosas cambiarán, pero depende de ustedes si es para bien o para mal. Al principio será difícil, la cosa es comunicarse y tener harta paciencia entre ustedes.
3) Vínculo: La mayoría de mujeres ven a sus hijos y automáticamente se activa el chip del amor, y el vinculo nace desde el instante. Algunas no sienten lo mismo y demoran un poco más en conectar con el bebé. La verdad, esto le pasa a muchas y es un tabú que muchas mujeres no se atreven a confesar, pero no hay nada malo en eso, no te sientas mal por ello, si te pasa, ya verás que poco a poco lo iras haciendo. Finalmente el vínculo que tendrás con tu hija será y el vinculo irrompible, invencible y sin fecha de vencimiento.
4) «Mamá feliz, bebé feliz»: Recuerda esto siempre, y tu esposo también. Es increíble pero realmente los bebés si llegan a sentir muchas cosas de tu parte, si tu estas mal, estresada, deprimida o que se yo, realmente traspasa. Es increíble como terminamos a estar tan conectadas a esta nueva persona que si nosotras estamos mal ellos también. Si tu estas mal, nada fluirá. Ni la lactancia.
5) Instinto: Esta será una de tus armas más importantes de la maternidad. Todas las mujeres lo tenemos, sólo hay que aprender a escucharlo. ¿Cómo? Te darás cuenta cuando alguien te diga por ejemplo «déjalo llorar, no lo cargues» tu seguramente sentirás algo que te viene desde la entraña, que no te deja tranquila, algo que te molesta y te dice «Corre hacia tu hijo». Eso es el instinto, algo que te mueve, y cuando lo sigues y escuchas, te sientes bien contigo misma. Escucharás miles de consejos no pedidos, seguramente ya has tenido un preámbulo de estos, pues déjame contarte que la cosa empeora cuando nacen. No necesitas ser malcriada, ni nada, simplemente discierne los que te van a servir y los que tu en el fondo crees que no podrás hacerlo.
Cuando quieras llorar y desahogarte por el cansancio y porque la maternidad es así, muy abrumadora ya sabes donde encontrarme. Aquí estaré yo, para escucharte, aconsejarte, comprenderte, burlarme y reirme de ti como siempre lo hemos hecho. ¿Para qué están las amigas?
Te quiero
Pd: Y tranquila, serás una excelente mamá. No perfecta, pero excelente.
Circulo de la Luna 